Las JSA critican duramente las declaraciones hechas por Jesús Sanz Montes en la jornada de ayer, con motivo de la celebración del Domingo de Ramos. En un contexto de celebración del culto religioso, el arzobispo de Oviedo cargó contra la legislación actual en materia de aborto, eutanasia, el matrimonio entre personas de mismo sexo y educación.
En opinión del Secretario General de la Organización, Unai Díaz, ya es hora de que se dejen de usar los púlpitos para hacer política, a los obispos les corresponderá decir que es pecado, pero no lo que es delito. Los tiempos en los que la Iglesia y el Estado se confundían han pasado hace mucho tiempo y parece que la institución eclesiástica es reacia a asumirlo. Continúan sin querer entender que España es mucho más plural y está mejor formada que antes y que buena parte de la sociedad no sostiene esas tesis.
El arzobispo debería preocuparse menos por lo que ocurre dentro de las Cortes y más por lo que ocurre en su institución. Díaz, asevera que la ciudadanía y el arzobispo viven en mundos diferentes y mientras permanezca ese abismo ideológico entre ellos no solucionarán las crisis de fe y de vocación con parroquias y seminarios vacíos. De hecho, con toda certeza hay más rechazo ciudadano en que se pague con dinero público el tradicional caldo de ramos que con la Ley actual de interrupción voluntaria del embarazo.
Las Juventudes Socialistas también lamentan que Jesús Sanz emplee tanto tiempo en cargar contra las políticas de igualdad, y los derechos individuales y no se acuerde tanto de apoyar a los y las jóvenes que lo está pasando mal por la situación laboral en nuestro país, a los y las inmigrantes en situación irregular que están siendo apartados de nuestro sistema público de sanidad o a la gente que está siendo víctima de desahucios.
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