Últimamente estamos acostumbrados a ver como el Gobierno de la Nación desmantela o suprime algún servicio que solía venir prestando la administración, con el pretexto de la crisis y el odiado “ajuste de déficit”. Ahora bien, ¿Cómo se explica el cierre de todo un modelo penitenciario cuando esto no atiende a razones económicas?
En 1993 dos funcionarios de prisiones ponen en marcha la Unidad Terapéutica y Educativa en aras de ayudar a los internos a salir de la droga y cumplir el objetivo real de las penas privativas de libertad, la condena y la reinserción. Nació así el único modelo de éxito probado que existía en España hasta la fecha, un modelo más humano que permitía a los internos de dicha unidad autogestionarse y tener la posibilidad de vivir en un ambiente alejado de las drogas. La UTE de Villabona ha sido ejemplo para IIPP en sus documentos internos, ha sido referente en Europa, Sudamérica y EEUU, y fue objeto también de numerosos galardones como el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación. Se trataba del único modelo real que cumplía los principios constitucionales en política penitenciaria, y tras dos décadas de éxito, ahora todo queda en el aire.
Instituciones Penitenciarias primero destituyó a 3 de los 4 coordinadores de la unidad y este mes ha prohibido las reuniones de coordinación. El paso siguiente es la supresión de dicha unidad y el PP no da ninguna explicación. La razón de fondo es ideológica, la concepción de la política penitenciaria por parte del PP no lleva aparejados consigo principios como la reinserción. Ven la prisión como un cadalso más que como un lugar transitorio. El ejemplo más claro lo tenemos en la nueva reforma del Código Penal que el Sr Gallardón quiere aprobar. Uno de los preceptos más polémicos es la llamada “prisión permanente revisable” que tanto se asemeja a la cadena perpetua y que desde luego choca con una futura reincorporación en nuestra sociedad. Por otro lado, funcionarios temen que esto sea el inicio de una contrarreforma para privatizar el sistema penitenciario, algo que no es tan descabellado, pues el Partido Popular siempre ha laminado aquellos modelos de gestión públicos que han funcionado.
En este sentido, Todos los grupos parlamentarios a excepción del Popular han aprobado hoy una proposición no de ley para pedir a Interior que dé marcha atrás a esta medida. Nosotros nos sumamos a este sentir, pues no creemos que la cárcel sea un lugar indeseable de droga y peleas y del que la gente salga peor que como entra, sino un lugar por el que alguien pasa transitoriamente, para volver a la sociedad siendo mejor persona que antes. Si renunciamos a estas experiencias, estamos renunciando a dar una segunda oportunidad a nuestra población reclusa, condenándola a la marginalidad y la droga, y privándoles de la ayuda necesaria para salir del pozo.
Alberto Silva
Secretario de Política Institucional